Page 97 - Limbo - Bernard Wolfe
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un poblado donde todo es hábito y repetición,
ningún hombre puede sentirse poseedor del
control de nada, ni del mundo exterior ni de sí
mismo. No es un hacedor sino una cosa hecha,
una víctima. Incluso su cuerpo es una víctima: de
los gérmenes, de las lombrices intestinales, de
todas las demás cosas peligrosas de la Naturaleza
que no han sido aniquiladas o sometidas. De las
serpientes, de los tiburones, de las frutas
venenosas, de los apéndices perforados, del
raquitismo, del beriberi. Sin contar el trabajo
agotador de sol a sol, porque requeriría mucha
fuerza de voluntad inventar algunos mecanismo
que facilitaran el trabajo.
»Está bien —dijo con mayor energía—.
Vosotros, jóvenes sentados en esta caverna, sois
los primeros en la historia de vuestro poblado que
vais a sacudiros de encima la sensación de
amenaza y probar la sensación de poder. Los
primeros para quienes el mundo no es
enteramente una apisonadora... —Frunció el
ceño; no había pretendido decir aquello—.
Absolutamente los primeros. Habéis empezado a
adquirir algún control sobre vuestros cuerpos...
con píldoras, con drogas, con microscopios y
tablillas... y simultáneamente sobre el mundo
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