Page 161 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
P. 161

apetece, jovencito? Porque eres un chico, ¿verdad?




                  —Sí que lo soy, y claro que me apetece.




                  Me  fui  a  preparar  el  chocolate  caliente  antes  de


           que  a  Julia  se  le  ocurriera  pedírmelo  otra  vez.  Me


           dirigí a la cocina, preparé un cazo de buen tamaño —


           no sé por qué; solo iba a ser para dos, yo nunca lo


           tomo— y me dispuse a servir un par de tazas. Recordé



           entonces la forma que tenían las manos y los dedos de


           Philip, decidí que habría menos posibilidades de que


           se le cayera una jarra y cogí una vieja y desportillada


           de  los  Pythons  que  me  había  regalado  por  mi


           cumpleaños  cuando  él  andaría  por  los  nueve  o  los


           diez. Creo que ahorró la paga de todo un mes para


           comprarla.  Me  la  quedé  mirando  con  añoranza  un



           momento, preguntándome si la reconocería. Después


           me acordé de para quién —o para qué, mejor dicho—


           era  y  seguí  con  lo  mío.  El  proceso  entero  debió  de


           llevarme  tres  o  cuatro  minutos,  de  principio  a  fin.


           Coloqué la taza y la jarra en una bandeja, añadí una


           cucharilla  para  Julia  porque  le  gustaba  removerlo


           tanto  si  hacía  falta  como  si  no  y  doblé  un  par  de


           servilletas. Hecho lo cual, cogí la bandeja y la llevé al


           dormitorio.




                  —Por favor, Jordan, déjala encima de la mesita —


           me pidió Julia, y así lo hice.




                                                                                                               161
   156   157   158   159   160   161   162   163   164   165   166