Page 162 - A La Deriva En El Mar De Las Lluvias - Varios Autores
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Se volvió hacia Philip como si no pudiera contener


           la emoción.




                  —¿Cómo eran?




                  Jamás me hubiese imaginado que una cara como


           la de Philip pudiese denotar melancolía, pero así era.




                  —Son  las  criaturas  más  hermosas  que  yo  haya


           visto en mi vida —tintineó con delicadeza su voz—.


           Podría  decir  que  son  transparentes,  pero  no  es


           exactamente  así.  Sus  cuerpos  son  prismas,  en



           realidad, dividen los rayos del sol y proyectan cien


           colores  distintos  sobre  el  suelo  cuando  surcan  los


           aires.




                  —¡Qué  maravilla!  —exclamó  Julia.  Hacía  meses


           que no la veía tan animada.




                  —Se reúnen en enjambres por decenas de miles.


           Es como si un caleidoscopio de varios kilómetros de


           extensión  remontara  el  vuelo,  y  los  colores,  en


           constante fluctuación, cubren un área del tamaño de


           una pequeña ciudad.




                  —¡Fascinante! —Julia estaba entusiasmada—. ¿Y



           qué comen?



                  Philip se encogió de hombros.




                  —Nadie lo sabe.



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