Page 207 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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Y no se acercaban a él, ahora estaba seguro. En
realidad, él se acercaba a ellos desde abajo.
Muy pronto, Joe estuvo rodeado de formas.
Algunas se movían con rapidez, otras parecían
flotar a la deriva, como algas mecidas por una
marea invisible; unas evolucionaban en grupo, y
otras se mantenían aisladas del resto. Joe hizo un
curioso descubrimiento: cuanto más miraba, más
formas veía. No aparecían de repente, era,
sencillamente, como si siempre hubieran estado ahí
y él no hubiese podido verlas.
Y entonces, el sonido volvió. De repente.
«de se han»
«por qué»
«encuentro a mis»
«yudadme ayudadme ayu»
«nonononono»
«aléjate ALÉJATE»
Joe habría abierto la boca y apretado los dientes si
hubiera tenido; el caudal de información era
excesivo. Las voces… Esos llantos, esos lamentos
retorcidos que subían y bajaban en la escala de
tonos, que se demodulaban o se volvían cantarines,
tronaban como pequeñas explosiones mentales; era
como tener mil voces diferentes en la cabeza,
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