Page 242 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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aspecto  extravagante,  demasiado  grande  para  ser


            un arma aunque lo pareciese.



            —¿Qué…? ¿Qué es eso? Por el amor de Dios, ¿está


            usted loco?



            Joe lo miró por unos momentos, pensativo.




            —Oiga, ¿ha venido en coche? —preguntó, mirando


            a su alrededor por si veía algún vehículo. No había


            ninguno.  Pensaba  que,  si  se  hubiera  acercado  un


            coche  por  la  carretera  hasta  la  entrada,  lo  habría


            escuchado desde el interior.



            —¿Qué? —preguntó el vecino.




            —Su  coche,  ¿ha  venido  hasta  aquí  en  coche?


            ¡Rápido! Es una emergencia.



            —¿Una… emergencia?



            —¿Tiene  su  coche  por  aquí?  —preguntó  Joe,


            enérgico.




            —No, yo… Mi coche… He venido andando…



            —¿Vive muy lejos? Necesito su coche.



            —Pero… ¿qué dice? Yo… Yo vivo al otro lado del


            río. Oiga, ¿para qué quiere mi coche? ¡Ni siquiera sé


            si…!




            Joe sacudió la cabeza.



            —Por  el  amor  de  Dios  —le  interrumpió—.  ¿Ha


            venido andando desde el otro lado del río? ¿Cuánto



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