Page 282 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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troncos asomaban desangelados y rotos como las
púas de un erizo entre las rocas.
—¿Qué es esto? —añadió, en voz baja.
—No lo sé…
—¿Crees que esto es obra de…?
—¿De… Ellos? —preguntó, confuso. No sabía de
dónde sacaba Allen esa idea—. No… No lo creo…
—Para que no se venga abajo, ya sabes.
—No, no tiene sentido.
Llegaron hasta el borde del túnel, que se cortaba
abruptamente y caía como un abismo unos seis
metros. Una vieja estructura de troncos formaba
una rampa en dos fases, primero a la izquierda,
hasta un rellano a media altura, y luego al otro lado.
La luz reveló su aspecto desvencijado y
deteriorado, antiguo, desportillado, como si
hubieran arrastrado por ella cosas demasiado
pesadas. Había profundas marcas y huecos donde
alguna vez debieron saltar astillas. Eso le dio a Joe
una idea.
—Pete no lo mencionó, pero puede que este lugar
fuese una mina en algún momento. El Klondike, la
Fiebre del Oro y todo eso…
—Puede ser… —admitió Allen. Estaba mirando
una madeja de cuerdas deshilachadas que colgaban
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