Page 315 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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bosque  de  rocas.  Si  en  aquel  momento  la  calle


            hubiera  desaparecido  ante  sus  ojos,  a  Joe  no  le


            habría sorprendido más de lo que ya lo estaba; pero


            cuando  se  giraron  para  continuar,  la  calle  aún


            seguía allí.



            Allen había pasado de una explosión nerviosa a un


            mutismo  absoluto.  Siguieron  descendiendo  entre



            las rocas, sintiendo que la cabeza iba a explotarles


            en algún momento. Definitivamente estaban en el


            camino  correcto.  El  ejercicio  físico  y  la


            concentración  que  requería  calcular  el  siguiente


            movimiento, por otro lado, eran una buena manera


            de no pensar demasiado. Aun así, Joe no paraba de


            formularse preguntas. ¿Sería ya demasiado tarde?



            ¿Qué  significaba  que  una  porción  de  Inglaterra


            hubiera aparecido de repente en mitad de la cueva?


            ¿Y  la  vía  del  tren?  Y  si  eso  era  así,  ¿qué  había


            quedado  en  el  lugar  donde  estaba  la  calle?  Joe


            imaginaba  un  agujero  de  un  negro  intenso,  la


            ausencia  de  todo,  un  abismo  de  nada,  tan


            insoportable a la vista como los tornados negros.


            Jamás había escuchado que hubiera ocurrido algo


            similar  en  ninguna  parte,  por  lo  tanto  era  muy



            posible que Pete hubiera empezado a hacer lo que


            planeaba.  Pensaba  en  dimensiones  solapadas,  en


            demonios que pasean entre ellas, en portales que


            conectan                realidades                 tan         diferentes                como



                                                                                                          314
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