Page 61 - Vienen cuando hace frio - Carlos Sisi
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piedra herido del que hubieran descarnado un alud


            de rocas irregulares.



            Sin embargo, después de un rato dejaron de subir.


            Caminaron en línea recta hacia el borde de la ladera


            y allí encontraron un valle sombrío entre dos picos,


            repleto de nieve.




            —He  ahí  la  Planicie.  Es,  básicamente,  un  nevero


            gigante; nieves permanentes. Aquí nunca da el sol


            —explicó Pete.



            Joe  miró,  resoplando  con  esfuerzo  por  la  boca.


            Sentía las mejillas doloridas y los labios cortados,


            pero  la  visión  de  lo  que  tenía  delante  había



            capturado su atención.



            Joe había visto nieve muchas veces en su vida, pero


            aquel  valle  tenía  una  majestuosidad  especial;


            resultaba tan impresionante a la vista que durante


            unos instantes no pudo decir nada, cautivado como


            estaba  por  el  color  del  hielo  y  por  las  lenguas


            heladas  que  descendían  de  los  picos  formando



            esculturas  imposibles.  Se  admiraba  ante  el


            resplandor trémulo de los picos helados recortados


            contra  el  cielo  límpido,  y  no  pudo  evitar  dejarse


            seducir por el silencio sepulcral del lugar, roto tan


            solo por los lejanos quejidos de los bloques de hielo


            asentándose contra la tierra. Una especie de tinte


            azulado  teñía  toda  la  escena,  dándole  una




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