Page 90 - Enemigo Mío - Barry B. Longyear
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dio un paso vacilante hacia mí. Cuando cayó, lo cogí y el
pequeño drac chilló.
Al cabo de dos días más Zammis caminaba y se metía en
cualquier sitio. Pasé muchos momentos de angustia
buscando al niño en las cámaras de la parte trasera de la
cueva, después de mis salidas al exterior. Finalmente,
cuando lo encontré en la boca de la cueva dirigiéndose hacia
fuera a toda velocidad, ya no pude más. Hice unos arneses
con piel de serpiente, los uní a una correa fabricada con piel
de serpiente y até el otro extremo a un saliente rocoso más
alto que yo.
Zammis siguió metiéndose por todas partes, pero al
menos podía controlarlo. Cuatro días después de que
aprendiera a caminar, el niño quiso comer. Los bebés drac
son probablemente los niños más cómodos y considerados
del universo. Viven de su grasa durante tres o cuatro
semanas terrestres, y durante todo ese tiempo jamás se
ensucian. Una vez que aprenden a andar quieren ir a
todaspartes, y quieren comer y empiezan a evacuar sus
excrementos. Enseñé una vez al niño a usar la pequeña caja
que había construido con esa finalidad, y no tuve que hacerlo
más. Al cabo de cinco o seis lecciones, Zammis supo vestirse
y desvestirse. Viendo aprender y crecer al pequeño drac,
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