Page 165 - El Jugador - Iain M. Banks
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‐‐En el macizo Altabien‐Norte. Ha enviado las
coordenadas, aunque el grado de precisión no es
demasiado...
‐‐¡Olvídate de las coordenadas! ‐‐gritó Gurgeh‐‐.
¿Dónde está ese macizo? ¿A qué distancia se encuentra de
aquí?
‐‐Eh, cálmate. Está a unos dos milenios y medio de
distancia.
Gurgeh se reclinó en el asiento y cerró los ojos. El
vehículo empezó a disminuir la velocidad.
Dos mil quinientos años luz... Un largo paseo, como
dirían los habitantes de un VGS, miembros de una
sociedad urbana acostumbrada a todas las formas del
viajar. Pero lo bastante cerca ‐‐con mucho‐‐, para que una
nave de guerra apuntara con gran precisión su efector,
proyectara un campo sensorial de un segundo luz de
diámetro a través del cielo y captara el débil pero
inconfundible destello de luz hiperespacial enviado por
una máquina lo suficientemente pequeña para caber en
un bolsillo.
Intentó convencerse de que aquello seguía sin probar
nada y de que Mawhrin‐Skel podía haber estado
mintiendo, pero apenas empezó a pensar en ello le
pareció que el hecho de que la nave de guerra no hubiera
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