Page 243 - El Jugador - Iain M. Banks
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mientras torturaba su mente intentando encontrar alguna
conexión entre las tácticas y la estrategia del juego tal y
como solía jugarse normalmente; tanto en la versión
singular donde una persona se enfrentaba a otra como en
las versiones múltiples en las que podían tomar parte
hasta diez personas, con todo el potencial de alianzas,
intrigas, acciones concertadas, pactos y traiciones que
posibilitaba tal variante del juego.
Gurgeh descubrió que los días se le escurrían de entre
los dedos casi sin que se diera cuenta. Se acostumbró a
dormir dos o tres horas y a pasar el resto del tiempo
delante de la pantalla o inmóvil en el centro de uno de los
tableros principales mientras la nave hablaba con él,
trazaba diagramas holográficos en el aire y movía piezas
a su alrededor. Sus glándulas no paraban de producir
drogas, su sistema circulatorio estaba saturado de las
sustancias que excretaban y su cerebro se cocía en el guiso
producido por su química corporal manipulada
genéticamente mientras su agobiada glándula principal ‐
‐cinco veces más grande de lo que había sido en sus
antepasados primitivos‐‐ bombeaba sus productos o daba
instrucciones a otras glándulas para que bombearan las
sustancias químicas que necesitaba.
Chamlis le envió un par de mensajes repletos de
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