Page 303 - El Jugador - Iain M. Banks
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posado en el suelo del vehículo zumbando discretamente
y atrayendo las fibras sueltas de la alfombrilla que cubría
el suelo.
El palacio no era tan inmenso como Gurgeh había
esperado, aunque sus dimensiones resultaban
impresionantes. El mobiliario y los adornos eran muy
opulentos y había luces por todas partes, y la multitud de
torres y pináculos sostenían estandartes de gran tamaño
cubiertos de dibujos y símbolos multicolores que
oscilaban sinuosamente como si fueran abigarradas olas
heráldicas que se movían lentamente con el cielo negro y
naranja como telón de fondo.
El patio cubierto con un dosel en el que se detuvo el
vehículo albergaba un inmenso estrado dorado sobre el
que ardían doce mil velas de varios tamaños y colores,
una por cada persona inscrita en los juegos. El baile
contaría con algo más de un millar de invitados, la mitad
de ellos jugadores; el resto estaba compuesto por una
mayoría de acompañantes de éstos, funcionarios,
sacerdotes, militares y burócratas que estaban lo bastante
satisfechos con su posición actual para no querer
competir y que habían alcanzado un rango lo
suficientemente alto para tener la seguridad de que no
serían desplazados de él por muy brillante que fuera la
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