Page 321 - El Jugador - Iain M. Banks
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extranjero... Os deseamos un buen juego.
Gurgeh comprendió en qué se había equivocado y
puso la otra rodilla en el suelo, pero el Emperador agitó
una mano llena de anillos en un gesto casi imperceptible.
‐‐No, no ‐‐dijo‐‐. Admiramos la originalidad. En el
futuro nos saludaréis poniendo una sola rodilla en el
suelo.
‐‐Gracias, Alteza ‐‐dijo Gurgeh haciendo una pequeña
reverencia.
El Emperador asintió y siguió recorriendo la hilera de
invitados.
Pequil lanzó un suspiro tembloroso.
El Emperador llegó al trono situado sobre el estrado y
la música empezó a sonar, las conversaciones se
reanudaron de repente y las dos hileras de invitados se
disgregaron. Todo el mundo parloteaba y gesticulaba
frenéticamente. Pequil parecía estar a punto de
desmayarse y daba la impresión de haberse quedado
mudo de asombro.
Flere‐Imsaho fue hacia Gurgeh.
‐‐Por favor, no vuelvas a hacer nunca algo semejante ‐
‐dijo.
Gurgeh no le prestó atención.
‐‐Por lo menos ha sido capaz de hablar, ¿eh? ‐‐dijo
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