Page 542 - El Jugador - Iain M. Banks
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unos momentos. ‐‐Hamin alzó la pipa y apuntó con ella a
Gurgeh‐‐. Tenemos muchas leyes y, por lo tanto, tenemos
muchos crímenes y delitos. Algunos de ellos son de
naturaleza sexual, ¿comprende? ‐‐Gurgeh clavó los ojos
en su bebida y Hamin siguió hablando‐‐. No creo que
deba insistir en el hecho de que nuestra fisiología hace
que resultemos un poco... especiales en ese aspecto. De
hecho, casi siento la tentación de afirmar que es una faceta
del crimen en la que estamos especialmente dotados por
la naturaleza, y aparte de eso en nuestra sociedad es
posible controlar a las personas. Existen medios para
conseguir que una o varias personas hagan cosas que
quizá no deseen hacer. Podemos ofrecerle la clase de
experiencias que usted mismo ha admitido resultarían
imposibles en su mundo. ‐‐El viejo ápice se inclinó hacia
Gurgeh y bajó el tono de voz‐‐. ¿Puede imaginarse lo que
sería poseer a varias hembras y machos..., incluso a varios
ápices, si lo desea..., y obligarles a hacer cualquier cosa
que se le pase por la cabeza?
Hamin golpeó su pipa contra la pata de la mesa y una
nubecilla de ceniza cayó lentamente sobre Flere‐Imsaho.
El rector del Colegio de Candsev alzó la cabeza hacia
Gurgeh, le obsequió con una sonrisa francamente
conspiratoria y se reclinó en el asiento. Gurgeh vio como
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