Page 556 - El Jugador - Iain M. Banks
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observaba  la  atracción  escogida  para  amenizar  la

            sobremesa ‐‐normalmente algún tipo de danza erótica‐‐,


            y  el  número  de  cabaret  involuntario  de  las  cambiantes

            alianzas  sexuales  entre  los  invitados,  sirvientes,

            danzarines  y  demás  personal  de  la  casa.  Gurgeh  fue


            invitado  a  participar  en  muchas  ocasiones,  pero  no

            sucumbió  a  la  tentación.  Las  hembras  azadianas  le

            resultaban  cada  vez  más  atractivas,  y  no  sólo


            físicamente...,  pero  utilizó  sus  glándulas  de  una  forma

            negativa  e  incluso  contraria  a  la  finalidad  para  la  que

            habían sido concebidas, y se las arregló para permanecer

            carnalmente sobrio aun estando rodeado de aquella orgía


            exhibida con tanta sutileza.

                  `

                  * * *

                  `


                  Fueron unos días bastante agradables. Los anillos no

            le pincharon ni una sola vez y nadie disparó contra él.

            Gurgeh  y  Flere‐Imsaho  volvieron  sanos  y  salvos  al


            módulo posado en el techo del Gran Hotel un par de días

            antes  de  la  fecha  fijada  para  que  la  flota  imperial

            despegara con rumbo a Ecronedal. Gurgeh y la unidad


            habrían  preferido  llevarse  consigo  el  módulo,  que  era

            perfectamente capaz de efectuar la travesía por sí solo,






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