Page 734 - El Jugador - Iain M. Banks
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Redujo la velocidad, empezó a girar sobre sí mismo y el
ruido de su desplazamiento supersónico crepitó
alrededor de la fortaleza como un trueno que hubiera
llegado tarde a la destrucción.
‐‐Gracias por todo...
El módulo enfiló su parte trasera hacia el castillo y fue
subiendo hasta quedar a la altura del parapeto. Abrió las
puertas de atrás y sacó una rampa plana por el hueco. El
hombre cruzó el balcón, subió a los restos del parapeto y
entró en el fresco interior de la máquina.
La unidad le siguió y las puertas se cerraron sin hacer
ningún ruido.
El módulo se alejó a toda velocidad del castillo
seguido por un inmenso surtidor de hollín y cenizas.
Cruzó las nubes que se cernían sobre el castillo como si
fuera un rayo sólido y el trueno que la acompañaba
retumbó sobre la llanura, el castillo y la hilera de colinas.
La ceniza volvió a posarse lentamente sobre el suelo;
el hollín siguió cayendo silenciosamente del cielo.
El módulo volvió unos minutos después para recoger
las unidades de la nave y los restos del equipo efector que
se había desprendido del techo. Se alejó del castillo por
última vez y volvió a hendir las nubes dirigiéndose hacia
la nave que le esperaba.
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