Page 93 - El Jugador - Iain M. Banks
P. 93

estaba perdida. Había perdido.

                  ‐‐Oh,  qué  mala  suerte...  ‐‐dijo  el  señor  Dreltram


            carraspeando para aclararse la garganta.

                  Gurgeh asintió.

                  ‐‐Creo que es costumbre que el jugador derrotado se


            quede  con  el  Corazón  como  recuerdo  del  momento  en

            que la catástrofe se abatió sobre él ‐‐dijo, acariciando la

            pieza que acababa de perder.


                  ‐‐Eh... Sí, eso tengo entendido ‐‐dijo el señor Dreltram.

                  Su  expresión  dejaba  bien  claro  que  la  imprevisible

            derrota de Gurgeh le hacía sentirse un tanto incómodo y,

            al  mismo  tiempo,  que  estaba  encantado  por  su  buena


            fortuna.

                  Gurgeh  volvió  a  asentir.  Dejó  el  Corazón  sobre  el

            tablero  y  cogió  la  tarjeta  de  cerámica  que  le  había

            traicionado.


                  ‐‐Creo que prefiero quedarme con esta tarjeta ‐‐dijo.

                  La  alzó  ante  el  rostro  del  señor  Dreltram,  quien  se

            apresuró a asentir.


                  ‐‐Bueno...  Sí,  por  supuesto.  Quiero  decir...  ¿Por  qué

            no? No tengo nada que objetar, faltaría más.

                  El tren entró en un túnel y fue reduciendo la velocidad


            hasta  detenerse  en  la  estación  que  había  dentro  de  la

            montaña.






                                                                                                          92
   88   89   90   91   92   93   94   95   96   97   98