Page 97 - El Jugador - Iain M. Banks
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por cierta droga. La noche era cálida y estaba bastante

            nublada. La escasa luz que llegaba del lado más distante


            del Orbital creaba un halo lechoso que flotaba alrededor

            de las nubes que ocupaban la vertical del cielo por encima

            de Tronze. La ciudad, la más grande de la Placa y de todo


            el  Orbital,  había  sido  construida  junto  al  gran  macizo

            central de la Placa Gevant, allí donde el lago Tronze fluía

            por el borde de la meseta dejando caer sus aguas desde


            un kilómetro de altura para que se desparramaran por la

            llanura que había debajo. La cascada era como un diluvio

            permanente que regaba la jungla.

                  Tronze servía de hogar a menos de cien mil personas,


            pero aun así Gurgeh tenía la sensación de que la ciudad

            estaba  demasiado  llena  de  gente  y  sus  espaciosas

            mansiones y encrucijadas, sus elegantes galerías, plazas y

            terrazas, sus miles de casas acuáticas y sus esbeltas torres


            unidas por puentes no lograban disipar aquella sensación

            de  ahogo  que  le  invadía  a  cada  visita.  Chiark  era  un

            Orbital de construcción bastante reciente ‐‐sólo tenía unos


            mil  años  de  antigüedad‐‐,  pero  Tronze  ya  casi  había

            alcanzado  el  tamaño  máximo  al  que  podía  aspirar

            cualquier comunidad orbital. Las auténticas ciudades de


            la  Cultura  se  hallaban  en  sus  inmensas  naves,  los

            Vehículos Generales de Sistemas. Los Orbitales eran una






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