Page 109 - La Nave - Tomas Salvador
P. 109
podían hacer suposiciones recogiendo los
comentarios generales y sus propias apreciaciones.
Por razones comprensibles, los verdaderos técnicos
u hombres de ciencia ocultaban el destino,
primeramente por no descubrir un secreto científico
y posteriormente tratando de paliar el desastre. Por
lo que infiero, los habitantes de la Nave, aunque
cultos y preparados en general, no eran sabios
propiamente dichos; eran a modo de
compartimientos estancos en sus respectivos
cometidos y además se habían tenido en cuenta más
las razones físicas (buena constitución, fertilidad,
carácter reposado, sociabilidad) que las científicas.
Procedentes de un mundo cómodo, alegre, del cual
habían sido desterradas la mayor parte de las
enfermedades, iban a encerrarse en cubículos
estrechos, sometidos a una disciplina casi militar.
Estos hombres y mujeres, por temperamento y
adaptación, no podían ser propensos a la curiosidad
ni al desorden. Si el Día del Desengaño se
enfurecieron y cambiaron, debemos tener en
cuentas las especiales circunstancias que
concurrían. «Ellos» tenían todavía los paisajes de la
Tierra en el recuerdo. Y tenían miedo...
En fin, en otra ocasión hablaré de las tres fechas
cruciales en la historia de la Nave: el Día del
Desengaño, el Día de la Ira y la Tercera Revolución.
109

