Page 121 - La Nave - Tomas Salvador
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humano, y entendiendo que la era de los sacerdotes
se circunscribe a las tres primeras generaciones,
entiendo que éstos, los sacerdotes, fueron
embarcados con los primeros antepasados. Y
puesto que los primeros antepasados fueron los
creadores de la maravilla humana que es la Nave,
es decir, hombres de una capacidad cerebral
portentosa, infiero que Dios debía ser incluso
superior a ellos mismos, tan fuera de duda que ellos
mismos lo reconocían. El razonamiento me abruma,
porque me descubre un Ser de infinitas
posibilidades, un ser más sabio que los creadores
del «repositor», el «transitador», los cerebros
positrónicos...
Y dado que los hombres llamaban «padre» a su
ministro, entiendo que era lo bastante humano,
generoso y admirable en las virtudes humanas
como para ser él también padre de los hombres...
Y dado que le invocan en su desconcierto, y en su
dolor, hasta el extremo de asegurar «que es
inalterable norma humana buscar a Dios en la hora
del dolor», entiendo que era un ser consolador,
necesario en las contrariedades.
Y dado que los sucesivos cronistas, sin sacerdote
ya, y sin posibilidades de tenerlos, le siguen
invocando, llamando, e incluso maldiciendo, hasta
generaciones muy alejadas, entiendo que era un ser
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