Page 187 - La Nave - Tomas Salvador
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la Nave. ¿Qué otra cosa que cuevas eran las
cámaras, los corredores, los almacenes, mil y mil
huecos, escaleras, rampas, sótanos que agujereaban
el vientre enorme de la Nave? Pero era muy grande.
Enormes columnas se elevaban hasta un techo tan
distante que se perdía en la oscuridad. No todo el
inmenso local era oscuro. Las luces invisibles de los
antepasados lucían en algunos puntos, creando
focos luminosos. Por uno de los lados el salón era
aplastado. Una plataforma, desnuda de ropajes, se
extendía como una planicie. Enfrente, hasta donde
alcanzaba la vista, las columnas y los huecos lo
llenaban todo. Existían diferentes pisos, o planos, o
huecos escalonados en torno a la forma oral.
No tuvo demasiado tiempo para examinarlo todo,
pero sé prometió volver para verlo mejor, para
tratar de comprenderlo.
Ellos, los padres de las familias, Abul y él, estaban
en la parte delantera, en la enorme explanada con
suelo de madera; enfrente quedaba la enorme
oscuridad, punteada de luces de la cueva llamada
Ring.
Sabía lo que esperaban de él, pero dudaba de sus
fuerzas. Sus manos, o lo que fueran sus manos, ya
no le dolían. Una vieja que Dina había traído le
aplicó dos días antes algo que parecía una masa de
algas aplastadas. Sintió primero mucho calor, luego
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