Page 184 - La Nave - Tomas Salvador
P. 184
saludo. Parecían ingenuos, jocundos, buenos; pero,
fijándose bien, creyó advertir miradas inteligentes
escudriñando cada uno de sus gestos.
—Bien, Shim. ¿Qué decías de Arón?
—Cuando Arón dijo que vosotros los wit habíais
asaltado la parte superior de la Nave, dije que no
era cierto...
—Sigue...
—Y cuando dijo que los wit no trabajarían en las
factorías, yo dije al Señor de la Nave: «Perdónalos,
Señor, porque los wit son iguales a nosotros y los
necesitamos.»
—¿Dijiste eso?
—Sí.
Un silencio total, sin matices, llenó la cámara.
Empezó a arrepentirse de haber hablado. Pero ya no
tenía remedio. No estaba dotado para lidiar con
aquellas mentalidades pueriles. Ocurría que,
deseando acallar sus risas, deseando ser
comprendido —quizá por menospreciar sus
inteligencias—, iba más allá de lo que quería.
—Explica eso un poco mejor. Los wit no son
iguales a los kros; todos lo sabemos. Tú no eres igual
que yo.
—Hace centenares de años todos los habitantes de
la Nave eran blancos.
184

