Page 28 - La Nave - Tomas Salvador
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severamente toda indiscreción. La Ley dice: «No
hablarás.» Y no es que tenga miedo, pero es mejor
ignorar que temer sabiendo. Podría descubrir
tremendos errores, destinos equivocados o cálculos
fallidos. Pero es el legado de los antepasados, y
mientras circulen las viejas historias de los
antepasados, distintas según la persona que las
narra, la unidad que mis conocimientos aportarían
tendría la relativa importancia de sus
consecuencias, posiblemente con más posibilidades
de hacer daño que beneficio. Y si en nada puedo
alterar la espantosa monotonía que nos rodea,
mejor será que deje dormir en sus cilindros las
inscripciones de mis antecesores. Al fin y al cabo, lo
que me incumbe es anotar lo presente y, es de
presumir, la mayor objetividad, aunque la Ley no
me señale límites.
Y signo yo, Shim, hijo de Kanti y Torna, Hombre
de Letras de la Nave, en la época de Mei‐Lum‐Faro,
cuando aparte de mi llegada al Libro nada ha
sucedido que tenga un significado en la vida de
todos nosotros y en el destino ignorado de la Nave.
G‐XXIII: 10
Han transcurrido apenas cinco sueños y me acerco
otra vez al Libro, sin nada especial que anotar. He
deambulado por la Nave, y todo lo que era
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