Page 334 - La Nave - Tomas Salvador
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Borrachos todavía, los hombres y mujeres dormían
en los suelos, mientras sus hijos buscaban
alimentos.
La impresión que retuvo, con ojos de Navarca,
la dijo a los ancianos cuando llegaron juntos.
—He recorrido las tribus mientras todos
dormían,
es muy distinta la vida de la muerte, la actividad
del sueño. También son diferentes los ojos que
contemplan
cuando son de curioso, o son los de un Navarca.
Decidme,
amigos, ¿acaso soñamos juntos que yo Navarca
era?
Dijo, y los padres de las tribus respondieron:
—No. Lo hicimos bien. La palabra Navarca a Kalr
la dijo Natto. Era bella y completa y todos la
quisimos.
Fue nuestra y sincera la fe que te acordamos. Dinos
tú, ¿acaso no nos has entendido todavía?
Dijeron, y Shim los abrazó. Pero luego les dijo:
—En verdad lo agradezco y no encuentro
palabras
para mi gratitud y también mi tristeza por la carga
tan dura que me concedéis. No hubo Navarca
alguno
en tiempos anteriores, y el pueblo wit tenía
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