Page 346 - La Nave - Tomas Salvador
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bocas sin lengua, ojos sin brillo: raza extraña
sin vigor y sin palabras, como su luz sin calor.
Antes de ir, miró el Navarca al cadáver; luego
marchó, y tras él fueron los hombres de su
embajada.
7. ES ACORDADA UNA TREGUA
Reunidos los notables en la cámara de Faro
aguardaban el anuncio. Eran doce y los
guardianes,
todos vestidos de blanco, todos sin vello en la cara,
todos mirando asustados los falux de los
mancebos.
—Bien llegado hayas, Shim; nosotros nunca
supimos
la razón de tu castigo. Lamentamos si fue injusto
y haremos tu desagravio. ¿Quieres decir el motivo?
—Son delicadas razones. El tiempo lo dirá presto.
Si muchas son las preguntas que tú pretendes
hacer,
no son escasas las mías. Dime primero si entiendes
el valor de mi embajada. Quiero hacer de esto
principio de entendimiento. Los que están a mi
lado
son dos padres de las familias: Kalr y Luxi,
de las siete tribus wit. Y los siete adolescentes
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