Page 348 - La Nave - Tomas Salvador
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—Queremos una tregua, queremos la unidad de
todos
en la Nave, queremos empezar una nueva y
sencilla
victoria de los hombres, recobrar el tesoro pasado.
Con un gesto de duda se adelantó un guerrero:
—Extraño tus palabras. Los wit se han rebelado
y sólo las tinieblas impiden su castigo. ¿Acaso
los ensalzas por ello? ¿Quieres que empecemos
nosotros la comedia abrazando a los wit? ¡Jamás!
Dijo, y se retiró, y Kalr repuso entonces:
—No importa lo que pienses, guardián de las
fronteras.
Los wit no te han pedido abrazos ni concordias.
Shim nos dijo: «Venid», y aquí estamos. Nosotros
empezamos ahora a tener unidad. Eso es todo.
El Navarca prudente se adelantó al enfado:
—Dejemos la pendencia, que es triste la
discordia.
Tengamos una tregua. La reversión de Faro habrá
de ser concluida. ¿Preparas la ceremonia, Aro?
—Apenas recordamos lo que se debe hacer.
Ni sucesor tenemos; y espero grandes males
que no puedo explicarte, Navarca de los wit.
¿Acaso los sabemos? Aceptamos tu tregua, Shim.
Sorprendió a los ancianos la nueva palabra
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