Page 380 - La Nave - Tomas Salvador
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14. VÍSPERAS DE ESPERANZA Y TRISTEZA
Era un corredor débilmente alumbrado, suave
y alegre el color, lugar donde el Navarca y Sad,
su amada, paseaban en callada unión de
voluntades.
A lo lejos, Kalr mantenía guerreros vigilantes
E Hipo se asomaba, con sus vasos de efedra,
mientras
Elio torturaba las entrañas de los objetos hallados,
todos muy cerca de Shim, pero dejándole solo.
—¡Cuánto ha cambiado todo! ¿Recuerdas, Shim,
cuando
siquiera eras un pájaro sin manos, asustado
e inerme? Entonces, yo quería ganar tu voluntad,
unirme a tu destino y ser paz de tu carne.
Ahora, ¿qué soy? Te quiero; pero a veces,
contemplando
el poder que has alcanzado, la humildad a ti
prendida de los padres de familia que asustaron
mi niñez, me digo: «Nunca serás igual; nunca
estarás
en armonía a su lado. Lo has perdido, perdido,
y apenas recogerás los restos de sus palabras.»
¿Qué debo hacer, amado? ¿Cómo elevarme hacia
ti?
Protégeme, cámbiame, dame una ayuda. No hagas
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