Page 377 - La Nave - Tomas Salvador
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Una opaca resonancia de palabras le cortó;
un guardián gritó de cerca un abierto desafío:
—¿Nos insultas? ¿Qué nos importan el ejemplo
de los wit?
—Te diré lo que presiento en la vida de tus hijos:
guerra. Desolación y tinieblas en la Nave, hambre,
muerte y miedo en humanos de una misma
condición.
Y los wit os vencerán, que en guerras y desafíos
los más fuertes siempre han sido los que empiezan,
no los pueblos decaídos. Calla y espera.
Imprudente
es mi discurso, lo sé; pero el porvenir presiento
y lloro. Entendedme, por favor. Si acaso la Nave
fuera nuestro mundo, nuestra tumba, nuestro total
destino y a sus leyes nos debiéramos, callaría.
Pero no es cierto. La Nave fue lanzada desde otro
mundo, después de su creación, golpe a golpe,
clavo a
clavo, por el hombre. Algún día detendrá su
caminar.
Ocultos motores están vivos. Escuchadlos ahora...
Están vivos, vivos y esperan una orden silenciosa
animando sus metales. Entonces, ¿Qué somos
nosotros?
¿Fieras? ¿Objetos peores que los metales? ¿Seres
sin normas? ¡Nunca! Somos hijos de la Tierra,
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