Page 45 - Triton - Samuel R. Delany
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Él respondió con un asentimiento, aunque no estaba
seguro de cuál era la pregunta. La mujer hirsuta y llena
de cicatrices sujetó uno de los postes que remataban por
un lado el mural y lo separó de la pared, avanzando y
enrollando al mismo tiempo la ahora chasqueante lona
con enérgicos giros.
—En realidad... —dijo Bron— ¡... fue maravilloso!
Quiero decir, no creo que nunca haya... —tras lo cual,
dándose cuenta que no sonaba como él había pretendido,
lo dejó correr.
Detrás del mural había un palimpsesto de carteles. La
última parte de la lona al ser enrollada dejó al
descubierto: «¡Mira lo que la Tierra le hizo a su Luna!
¡Nosotros no...!». El resto había sido arrancado:
«¡...queremos que nos lo hagan a nosotros!», completó
mentalmente, irritado por saber el final pero no dónde lo
había leído. Como la letra de una canción, pensó, dando
vueltas por nuestra mente aunque no nos guste.
La mujer inclinó la cabeza, asintió de nuevo, se dio la
vuelta y cruzó la plaza, deteniéndose para mirar hacia la
cuerda.
Bron fue a llamarla pero tosió (ella volvió la vista) y
completó:
—¿...cómo te llamas?
Ella dijo:
—Mis amigos me llaman la Púa. —Uno de los
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