Page 1005 - Anatema - Neal Stephenson
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Los ruidos procedentes del altavoz nos indicaron que los
servitores estaban recogiendo los cuencos de la sopa. Lo
que nos llevó a interrumpir el diálogo; pero oíamos la voz
de una mujer mayor, hablando con más informalidad,
mientras los servitores trabajaban:
—Creo que puedo acallar tus temores, fra Lodoghir.
—Vaya, es muy considerado por tu parte, gransur
Moyra, ¡pero no recuerdo haber expresado ningún temor!
—dijo fra Lodoghir, intentando, sin lograrlo, parecer
jovial.
Moyra era la decán de Karvall, por lo que, por respeto a
Karvall, nos callamos un momento.
Moyra respondió:
—Creo que has manifestado tu preocupación de que los
Geómetras hubiesen contaminado su cultura viendo
demasiados motus.
—¡Efectivamente, tienes razón! ¡Es lo que me merezco
por contradecir a una lorita! —dijo fra Lodoghir.
Se abrió la puerta y entró Barb cargado con siete cuencos.
—Creo que debes cambiar el modo de llamarme —dijo
Moyra con delicadeza tras pensarlo un momento—.
Llámame metalorita o, en honor de esta ocasión, lorita de
la pluralidad de mundos.
Lo que provocó un murmullo de todos los presentes…
tanto en el mensalán como en la cocina. Sur Karvall se
había acercado al altavoz y escuchaba embelesada.
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