Page 172 - Anatema - Neal Stephenson
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—No me digas su nombre… ni nada más —le rogué.


            —¿Por  qué  no  podéis  hablar  con  los  Ati?  —preguntó,

          irritada de pronto—. Es una estupidez. Algunos son muy

          inteligentes.


            El día anterior me habría reído de cualquier artesano que

          pretendiera  juzgar  la  inteligencia  de  cualquiera  que

          viviese en un concento —incluso de un Ati—, pero Cord


          era mi frater. Compartía buena parte de mis secuencias y

          era intrínsecamente tan inteligente como yo. A los fras nos

          mantenían  estériles  con  sustancias  que  agregaban  a  la


          comida, para que no pudiésemos impregnar a las sures y

          producir dentro de los concentos una raza de humanos


          más  inteligentes.  Genéticamente,  a  todos  nos  habían

          cortado por el mismo patrón.

            —Es una cuestión de higiene —dije.


            —¿Creéis que los Ati están sucios?

            —En realidad, la higiene no tiene nada que ver con la


          suciedad. Está relacionada con los gérmenes. Su función

          es  impedir  la  diseminación  de  secuencias  cuya

          propagación sería peligrosa. No creemos que los Ati sean


          sucios  en  el  sentido  de  no  lavarse.  Pero  su  función  es

          trabajar con información que se dispersa de forma muy

          promiscua.


            —¿Por  qué…?  ¿Qué  sentido  tiene?  ¿A  quién  se  le

          ocurrieron esas reglas estúpidas? ¿Qué temían?

            Gritaba mucho. Me estremecí al pensar en oírla hablar así


          en el Refectorio. Pero estaba encantado de oírla a solas en



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