Page 365 - Anatema - Neal Stephenson
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Me puse en pie.
—Nos vemos en la Seo —le dije a Orolo.
—Sí —dijo, y me guiñó un ojo—. O quizá no.
Me quedé inmóvil un momento, preguntándome otra
vez cuánto sabía. Con lo que conseguí que sonriese de
oreja a oreja.
—Sólo pretendía decir —dijo Orolo— que uno nunca
sabe quién se quedará en la Seo y quién se irá después de
uno de estos autos.
—¿Crees que te llamarán a Voco?
—¡Es muy improbable! —dijo Orolo—. Pero en caso de
que te llamen a ti…
Bufé. Se burlaba de mí.
—Pero, en caso de que te llamen a ti —insistió—, debes
saber que he visto los cambios que se han operado en ti en
los últimos meses. Estoy orgulloso de ti. Orgulloso, pero
no sorprendido. Sigue adelante.
—Vale —dije—. Seguiré adelante. De hecho, tengo
algunas preguntas que hacerte más tarde. Pero ahora debo
darme prisa.
—Date prisa entonces —dijo—. Asegúrate de pisar bien
los escalones.
Me di la vuelta y me obligué a salir del Refectorio a toda
prisa pero sin correr. Recogí el marco de dibujo y los
bosquejos del nicho donde los guardaba y caminé todo lo
rápido que pude sin dar la impresión de tener prisa hasta
la Seo. Cuando hube subido al triforio, miré al balcón de
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