Page 366 - Anatema - Neal Stephenson
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las tañedoras y a Ala, Tulia y su equipo ejecutando, sin
tirar de las cuerdas, los movimientos de los repiques que
pronto ejecutarían. Tulia me vio. Yo aparté la vista,
deseando no llamar la atención. Luego fui por el otro lado
y subí los escalones de la torre suroeste como una
exhalación.
El patio Regulante estaba atestado como nunca, pero
silencioso, como si todos esperasen algo. Lo que tenía
sentido justo antes de un Voco. Incluso vi un momento a
sur Trestanas mientras iba de un despacho a otro. Parecía
un poco sorprendida. Luego bajó la vista para mirar mi
equipo de dibujo y me vio atacar el siguiente tramo de
escaleras. Las piezas encajaron en su mente y lo olvidó.
Lio me esperaba junto a la estatua de Amnectrus,
también un poco acalorado de subir las escaleras. Caminó
a mi lado.
—No vayas a la cornisa —dijo—, es demasiado
llamativo. Ven conmigo.
Me encapuché y le seguí. No hablamos, porque siempre
parecía que había alguien cerca que podía oírnos. Al final
nos metimos en una cámara revestida de pesados paneles
de madera… una sala de armas, la llamaban, donde todo
un pelotón podía reunirse y prepararse antes de una
misión.
—Lo planeaste todo, ¿no es así? —susurré.
—Creé oportunidades por si resultaban necesarias. —Lio
deslizó un panel para revelar un almacén lleno de cajas de
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