Page 384 - Anatema - Neal Stephenson
P. 384
—Muy bien —dije—. Sólo preciso un poco de ayuda por
vuestra parte. El resto lo haré yo. Si me pillan, diré que no
sabíais nada y aceptaré toda la responsabilidad. Me
asignarán el capítulo seis o algo peor. Y luego me iré de
aquí y partiré en busca de Orolo.
Esas palabras provocaron distintas emociones en Tulia y
Lio. Ella apartó la vista para llorar, y él parecía dispuesto
a luchar. Pero Arsibalt se limitó a mostrarse impaciente
conmigo por tardar en comprender.
—En juego hay algo más importante que los posibles
problemas —dijo—. Tú eres un avoto, fra Erasmas. Juraste
cumplir la Disciplina. Es el acto más solemne e importante
de tu vida. Eso es lo que pones en juego. Que te pillen y te
castiguen, o no lo hagan, no es más que un detalle.
Las palabras de Arsibalt tuvieron en mí un efecto
tremendo, porque lo que dijo era cierto. Tenía preparada
una respuesta, pero no era una que estuviese dispuesto a
formular en voz alta: ya no respetaba el juramento. O al
menos, ya no confiaba en los encargados de hacer cumplir
la Disciplina que yo había jurado. Pero, como no podía
decírselo a esos amigos míos que todavía la respetaban, le
di vueltas un rato buscando una respuesta al desafío de
Arsibalt, y los otros se contentaron con remover el fuego
moribundo y esperar a que hablase.
—Confío en Orolo —dije al fin—. Confío en que él no
creía estar violando la Disciplina. Creo que fue castigado
384

