Page 389 - Anatema - Neal Stephenson
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riqueza aparte del edificio y necesitó un lugar para
almacenarla. Redescubrieron entonces los antiguos
cimientos, los excavaron, los amurallaron, los
embaldosaron, los techaron y los ampliaron. Porque uno
de los aspectos perniciosos de los linajes era que los avotos
ricos podían hacer que los avotos no tan ricos hiciesen las
cosas por ellos a cambio de mejor comida, mejor bebida y
mejor alojamiento.
En cualquier caso, cuando los Antiguos Faanianos
Reformados se habían apoderado subrepticiamente de la
ruinas de la tación de Shuf, cientos de años después del
Tercer Saqueo, el terreno había reclamado la mayoría de
los sótanos. Yo no estaba muy seguro de cómo la tierra se
las había arreglado para meterse en ellos y cubrir el suelo
hasta ese nivel. Se debía seguramente a un proceso que los
humanos no podían captar porque se producía muy
gradualmente. Los Antiguos Faanianos Reformados, que
tan diligentemente habían reparado la parte situada sobre
tierra, habían ignorado por completo los sótanos. Al llegar
al final de los escalones tenías a la derecha una cámara
donde almacenaban vino y algunos servicios de mesa de
plata que sacaban en ocasiones especiales. Más allá de ese
punto, los sótanos eran territorio salvaje.
Arsibalt, en contra de su reputación, se había convertido
en un explorador intrépido. Sus mapas eran antiguos
planos que había encontrado en la Biblioteca, y sus
herramientas, un pico y una pala. El objetivo místico de su
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