Page 624 - Anatema - Neal Stephenson
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—Perseguir a Orolo me llevaría meses —dije—. Podrían
expulsarme por llegar tan tarde. O al menos me asignarían
más capítulos.
—¿A qué capítulo has llegado?
—Al cinco.
—Al nueve —dijo fra Jad. Durante un momento creí que
me corregía. Luego temí que me estuviese sentenciando.
Al final comprendí que él era quien había llegado al
capítulo nueve.
Debía de haber invertido años.
¿Por qué? ¿Qué le había causado tantos problemas?
¿Le había vuelto loco?
Pero si estaba loco o era incorregible, ¿por qué le habían
Evocado a él de entre todos los Milésimos? Después de su
Voco, ¿por qué habían cantado así sus fras y sures… como
si les hubiesen arrancado el corazón?
—Tengo muchas preguntas —dije.
—La forma más eficaz de obtener respuestas es ir al
norte.
Abrí la boca para repetir mi objeción, pero levantó la
mano para detenerme.
—Haré todo lo posible para lograr que no te castiguen.
La verdad es que no tenía nada claro que fra Jad tuviese
tal poder en un Convox gigantesco, pero no tenía la fuerza
de voluntad para decírselo a la cara. A falta de esa fuerza,
sólo tenía una forma de terminar la conversación.
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