Page 165 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
P. 165

Tras otra pausa, Quatt preguntó:



           —¿Puedo irme ya a casa?



           —¿Lo ha pasado mal, Sam?



           —Creo  que  morí  un  millar  de  veces  mientras  hacía  de

           niñera a ese tigre en el jaunteo.



           —Lo siento, Sam.



           —Me lo merecía por lo que hice cuando nos acorralaron en

           Memphis.



           —El escapar en aquella ocasión fue lo natural, Sam.



           —Siempre  hacemos  lo  natural,  sólo  que  a  veces  no


           deberíamos.



           —Lo sé, Sam. Lo sé.



           —Y uno pasa el resto de su vida tratando de arreglarlo.

           Creo que yo he sido afortunado, Jiz. Logré quedar en paz

           esta noche. ¿Puedo irme a casa ahora?



           —¿De regreso a Joburg y a la vida feliz?



           —Aja.



           —No me deje sola aún, Sam. Me avergüenzo de mi misma.







                                                                                              Página 165 de 459
   160   161   162   163   164   165   166   167   168   169   170