Page 308 - Las Estrellas Mi Destino - Alfred Bester
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periodos de aceleración obligaban a pasar días
recuperándose.
Los asaltantes y los asaltjaunteantes estaban ya trabajando
en la Avenida, en solitario, en manadas, furtivos pero sin
embargo salvajes, chacales devorando el cuerpo de un
animal vivo pero inerme. Se dirigieron hacia Foyle.
Cualquiera era su presa aquella noche.
—No estoy de humor —les dijo—. Jugad con otro
cualquiera.
Vació el dinero de sus bolsillos y se lo lanzó. Lo recogieron,
pero no estaban satisfechos. Deseaban diversión, y
evidentemente él era un caballero desvalido. Media docena
rodearon a Foyle y se acercaron para atormentarle.
—Amable caballero —sonrieron—. Vamos a tener una
fiesta.
Foyle había visto en una ocasión el cuerpo mutilado de uno
de los invitados a estas fiestas. Suspiró y apartó su mente
de la visión de Olivia Presteign.
—De acuerdo, chacales —dijo—. Tengamos una fiesta.
Estaban preparados para hacerle bailar hasta la muerte.
Apretó los controles de su boca y por doce devastadores
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