Page 111 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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yo nos internamos un poco en el desierto. No tenía ganas de
dormir y el doctor tampoco. No fuimos muy lejos. Nada
más que hasta un montón de rocas de las que sobresalían de
la arena. El doctor dijo que parecían estalagmitas.
Encontramos un banco natural en una de ellas y nos
sentamos a fumar un cigarrillo. Había dos lunas verdes en
el cielo y su luz hacía parecer casi negra la rojiza arena. Todo
a nuestro derredor, hasta donde alcanzaba a ver un hombre:
Arena negra y rocas de un azul enfermizo. Lunas verdes. Y
nuestra nave plantada allí, como un gran hongo ajeno al
paisaje.
Inspiré profundamente y el doctor dijo:
—Sí. Es un aire magnífico, ¿verdad?
Yo le respondí:
—El aire está muy bien, pero el paisaje se lo regalo.
Se dió vuelta para mirarme.
—Estaba pensando en este momento que yo podría
querer con facilidad este mundo, quizás desearía vivir en él,
como Morbius —dijo.
—Tal vez tengo demasiado en mi cabeza… —alegué.
—Les dan a ustedes, muchachos, una enorme
responsabilidad. —Hablaba con lentitud, en la forma que
suele hacerlo a veces—. Demasiado, diría yo. —Continuó
mirándome—. Parecen ignorar… en fin, algunos de los más
importantes factores humanes…
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