Page 110 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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Pero prosiguió:

                —Supongo que usted espera que la tripulación no se

         entere de que ella está aquí. —Jugueteaba con un cigarrillo,

         sin mirarme.


                —No se enterará, por todo lo que sé —dije—. Alonso no

         hablará. Le previne que no lo hiciera. Y Jerry no abrirá la

         boca. Por lo menos, mientras haya una posibilidad de pasar

         el rato con ella.


                El doctor quitó la cápsula de ignición de su cigarrillo,

         comenzó a fumar y luego preguntó:

                —¿Se lo va a permitir?


                —¡No,  señor!  —exclamé—.  No  es  esa  la  clase  de

         dificultad que estoy buscando. —Estaba alzando demasiado

         la  voz,  por  lo  que  bajé  el  tono—.  Además,  recuerde  el


         Reglamento General, Artículo IV, inciso 22. —Logré esbozar

         una sonrisa.

                —¡Bien!  —aprobó  el  doctor  y  continuó  fumando.  No

         dije nada más.


                Bebimos un trago. Cuando terminamos, era hora de que

         yo fuera a controlar los centinelas. Le pregunté al doctor si

         le agradaría dar un paseíto y aceptó.

                Ninguno de los cinco puestos de guardia tenía novedad.


         Los hombres estaban todos bien alerta. Eran un magnífico

         grupo.

                En lugar de volver directamente a la nave, el doctor y





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