Page 108 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
P. 108
—De manera que la situación es curiosa —afirmé—.
Debo tratar de obtener instrucciones para resolverla. Pero si
nosotros conseguimos por fin comunicarnos con nuestra
base, imagino cuáles van a ser las órdenes. “Trate de
averiguar más, si puede. Tráigalo para acá, pueda o no
pueda.”
—Si él no bromea acerca de esa “Fuerza” que liquidó a
sus camaradas, podemos vérnoslas muy mal cuando
tratemos de llevarlo contra su voluntad.
Quinn dijo:
—De todas maneras, nos veremos en dificultades, me
imagino. Así como usted presume cuáles serán las órdenes,
jefe, lo mismo lo presumirá Morbius. —Me miró,
parpadeando a través de sus anteojos—. Se me ocurre que
“alguien”, quizás debiera decir “algo”, puede oponerse a
que nosotros improvisemos un transmisor. —Parpadeó de
nuevo—. También se me ocurre preguntar por qué tuvo
usted que hacerle saber a Morbius lo que iba a hacer.
Ese era Alonso Quinn ciento por ciento. Derecho al
grano, antes que ninguno. Le sonreí, diciendo:
—Otra vez técnica. Podría hacer afluir algo a la
superficie.
Alonso se limitó a asentir. Pero el doctor inquirió:
—Buscando guerra, ¿no es cierto?
—Es la única forma que encuentro de averiguar qué es
108

