Page 120 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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Entramos. No se advertía seña del Robot, ni de Altaira.

                —He aquí el problema, doctor —comencé a decirle—,

         mi Jefe Diseñador necesita un albergue para el transmisor.

         Tienen  que  ser  chapas  de  plomo  de  dos  pulgadas.


         Carecemos  de  ellas…  y  pensé  que  posiblemente  usted

         podría  auxiliarnos  con  trescientos  pies  cuadrados  de  ese

         material.

                Ahora sonrió de veras.


                —¿Así  que  usted  cree  en  lo  que  le  dije  ayer,

         comandante?  Desea  que…  que  utilice  las  habilidades  de

         Robby en su beneficio, ¿no es cierto?


                Hice lo posible por aparecer desconcertado.

                —¿Por qué no habría yo de creerle, señor? —Saqué una

         muestra de plomo que había traído del taller de Alonso—.


         Sé que hace falta una muestra. ¿Servirá esto?

                Tomó  el  trozo  de  metal,  pero  no  lo  miró.  Continuó

         mirándome a mí.

                —Estoy  seguro  de  que  servirá,  comandante  —dilo  y


         comenzó a hacer preguntas acerca del trabajo de Quinn.

                Le dije lo que sabía. Que era una cuestión de energía en

         bruto; de cómo afectar temporariamente la mitad del equipo

         electrónico que poseíamos; de cómo reducir el circuito del


         “continuum”  a  otro  nivel;  de  bajar  de  la  nave  el  núcleo

         auxiliar para disponer de suficiente corriente.

                Pareció comprenderlo todo, mucho más que yo. Hizo





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