Page 149 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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transmisor. Me apuré más y, al verme, el grupo se disolvió,
encontrándome frente a Alonso.
Tenía una mezcla de plástico y metal en la mano y
estaba tan furibundo que casi lloraba. Comenzó a gritarme,
explicándome, entre tartamudeos e imprecaciones, que
algún necio, estúpido, imbécil, había destruido la única
pieza irreemplazable…
Tuve que gritarle, a mi vez, para calmarlo. Y mientras
se calmaba, dirigí mi vista al aparejo. Y no creí lo que veía.
Alguien… algo… había destrozado el albergue que los
muchachos de Quinn habían tardado horas en armar.
Alguien… algo… se había abierto paso entra dos barrotes
de acero, torciéndolo como si fuera de pasta. Y luego había
extraído el modulador de frecuencia klistrón, dejándolo
convertido en el despojo sobre el cual lloraba Jerry.
Alguien… o algo debía haber hecho uso de una fuerza
incalculable…
¡Y, quienquiera que fuese, lo había hecho sin que los
centinelas vieran ni oyeran nada! ¡Y hasta había reunido
luego los restos del destrozo y nuevamente los había
cubierto con la envoltura alquitranada!
Cuando pensé en ello, me enfurecí tanto como Quinn.
Ordené al contramaestre que arrestara a toda la guardia
nocturna, para presentarla a una encuesta. Alejé a Alonso
del desastre, lo arrastré a bordo y le hice tragar una taza de
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