Page 242 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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enfermero le había hecho un lavaje de estómago. Estaba
hecho un pobre hombrecillo. Tomó la posición de firme con
tanta rigidez, que temblaba.
Pregunté al contramaestre:
—¿Controló la ración de bebida de la tropa?
—Sí, señor —me respondió—. Todo estaba bien. Y, por
otra parte, no entra whisky en ella, señor.
Miré al cocinero.
—¿Dónde lo consiguió? ¿Y cómo logró pasar la cerca?
Estaba tan deprimido que casi lloraba. Le dije que
guardara compostura, e hizo lo que pudo.
Comenzó diciendo algo que me hizo saltar de la silla.
—Fué el Robby ese, el que empezó la cosa, señor… el
Robot…
Cuando me calmé, continuó y contó el mayor disparate.
Tan increíble, que tenía que ser verdad. Me recordó que él
había estado hablando con Robby, ayer, y yo lo había
castigado por abandono de puesto. Dijo que lo que habían
estado hablando era de bebida. No sé de dónde le surgió la
idea de que el Robot podía manufacturar cualquier cosa
sintéticamente.
Por eso, le había deslizado un resto de whisky, de su
provisión privada, diciéndole que elaborara diez galones y
se los entregara a cierta hora, hoy, sin que nadie supiera.
Hasta había elegido un lugar para escondite; detrás de las
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