Page 36 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
P. 36

Como  jefe  de  la  expedición,  usted  está  obligado  a

         conocerlas.

                —¿Comprende  usted  que  yo  no  aceptaré  ninguna

         responsabilidad? Por nada que pueda sucederles.


                Otra vez se notaba el temblor en su voz. Era esta vez un

         temblor de rabia.

                —Las coordenadas, por favor.

                Oímos un sonido que no puede haber sido otra cosa que


         un suspiro. Y luego:

                —Tengo aquí el diario de vuelo y las cifras de nuestro

         astronavegador…


                Adams hizo una seña a Quinn, que se acercó aprisa a su

         jefe. Farman, block y lápiz en mano, se agachó aún más. La

         voz  comenzó  a  dar  cifras,  entremezcladas  con  frases


         técnicas.  No  tenían  sentido  para  mí,  pero  Farman  las

         copiaba y Quinn estudiaba el block por sobre su hombro.

                —Nada más —dijo la voz. Adams dirigió una rápida

         mirada  a  Quinn,  que  ahora  hacía  cálculos  en  su  propia


         libreta, muy apurado.

                Adams tomó el micrófono y dijo:

                —Voy a confrontar —y comenzó a leer lo escrito en el

         block. Casi había concluido cuando Quinn levantó la vista y


         movió la cabeza en sentido decisivo.

                Adams terminó de leer y la voz dijo:

                —Perfectamente correcto, comandante.





                                                                                                            36
   31   32   33   34   35   36   37   38   39   40   41