Page 34 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
P. 34

—¿Estamos todavía en comunicación?

                Quinn  asintió  con  firmeza  y  Adams  se  volvió  a  su

         micrófono.

                —Escuche, doctor Morbius —solicitó—, ¿se encuentra


         usted presionado en alguna forma? Responda “sí” o “no” y

         yo me encargaré de hablar.

                La respuesta fué inmediata.

                —No se trata de presión alguna, comandante. —El tono


         era ahora duro e incisivo—. No hace falta ayuda de ninguna

         especie.  Es  necesario  aterrizar.  En  realidad,  no  es

         aconsejable.  —Hizo  otra  pausa  y  prosiguió—:  Podría,  en


         verdad, resultar desastroso.

                Seleccionando sus palabras, Adams contestó:

                —Mis órdenes, repito, mis órdenes, son que aterrice en


         Altair 4 y observe la situación.

                —Un  comandante  del  espacio  debe  siempre  adecuar

         sus órdenes a su discreción. —La voz era aún más dura y

         más alta—. Repito, es innecesario que desciendan, e insisto


         también en que podría resultar un desastre.

                Adams dijo:

                —Mi discreción sigue la misma línea que mis órdenes.

         —Su tono era terminante, deliberado—. Agradecería se me


         indicaran  coordenadas  para  un  aterrizaje.  Lo  más  cerca

         posible de ustedes.

                Mientras hablaba, garabateó algo sobre un block y se lo





                                                                                                            34
   29   30   31   32   33   34   35   36   37   38   39