Page 390 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 390

ocultos  por  el  parpadeo  insensato  de  la


                  imágenes.


                  Y  así  lo  dejé;  sentí  un  extraño  impulso  de

                  piedad  y  cerré  la  puerta  de  su  oficina  con


                  suavidad.













                                                            15




                                     EL COCHE DEL TIEMPO





                  Kurt Gödel estaba de pie frente a la ventana

                  sin  cortinas  de  su  oficina,  con  los  brazos


                  cruzados.


                  —Al menos, todavía no ha llegado el gas —

                  dijo  sin  preámbulos—.  Una  vez  vi  el


                  resultado de un ataque con gas. Resulta que


                  fue lanzado por bombarderos ingleses sobre


                  Berlín. Vino por Unter den Linden y por Sieges

                  Allee, y allí me lo encontré... ¡qué indignidad!


                  El cuerpo se corrompe con tal rapidez... —Se


                  volvió  y  me  sonrió  con  tristeza—.  El  gas  es

                  muy democrático, ¿no cree?


                  Me acerqué a él.


                  —Profesor  Gödel.  Por  favor...  Sabemos  que


                  tiene plattnerita. La vi.

                  Como  respuesta,  caminó  con  rapidez  hacia


                  un  armario.  Pasó  a  menos  de  tres  pies  de



                                                                                                     390
   385   386   387   388   389   390   391   392   393   394   395