Page 457 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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partido al segundo golpe, ¡sin apenas haber


                  rozado la corteza del árbol!


                  Sin embargo, con unos cuantos experimentos

                  más  lo  hice  bien,  y  pronto  me  abrí  paso  a


                  hachazos  a  través  de  un  bosque  de  árboles


                  jóvenes y rectos.


                  Para  el  campamento  permanente  nos

                  quedaríamos en la playa, pero me aseguré de


                  que estuviésemos por encima de la línea de


                  marea,  y  lejos  de  inundaciones  del  arroyo.

                  Me llevó algo de tiempo excavar agujeros lo


                  suficientemente                       profundos                   para             los


                  cimientos; pero logré levantar una estructura


                  cuadrada  de  postes  verticales,  fijados  con

                  seguridad, y con una plataforma de madera


                  a una yarda del suelo. El suelo estaba lejos de


                  ser horizontal, y planeaba adquirir los cono‐

                  cimientos de una mejor fabricación de tablas


                  algún  día;  pero  cuando  me  tendí  aquella


                  noche en el suelo me pareció sólido y seguro,


                  y cierta medida de seguridad me la daba el

                  estar  por  encima  de  los  peligros.  ¡Casi


                  deseaba  que  cayese  otra  tormenta  sobre


                  nuestras  cabezas  para  probar  el  nuevo

                  diseño!. Nebogipfel llevó los restos del coche


                  del tiempo a la plataforma por medio de una


                  pequeña escalera que le hice, y continuó allí


                  su tenaz construcción.










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