Page 452 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 452
—¡No pude salvarlo! —le grité en la cara—.
¡Tendremos suerte si salimos de ésta con
vida!
Y después de eso, me lo puse al hombro y
salí del refugio en dirección al bosque. Al
instante me encontré vadeando pulgadas de
agua y barro. Resbalé más de una vez en la
arena, pero mantuve un brazo alrededor del
cuerpo del Morlock.
Llegué al borde del bosque. Bajo las copas de
los árboles, la presión de la lluvia era menor.
Todavía estaba completamente oscuro, y me
vi obligado a moverme entre tinieblas,
pisando raíces y chocando con los troncos; la
tierra estaba húmeda y era traicionera.
Nebogipfel dejó de resistirse y se quedó
pasivo en mi hombro.
Finalmente llegué al árbol que recordaba:
grueso y antiguo, y con ramas laterales bajas
que salían del tronco un poco por encima de
mi cabeza. Coloqué al Morlock en una de las
ramas, donde colgó como un abrigo mojado.
Luego —con algo de esfuerzo, porque ya no
estoy para esos trotes— me levanté del suelo
y me senté en una de las ramas con la
espalda contra el tronco.
Y allí nos quedamos hasta que pasó la
tormenta. Dejé descansar una mano sobre la
espalda del Morlock, para asegurarme de
que no se caía o intentaba volver al refugio;
452

