Page 499 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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Zeitmaschine entró en barrena envuelta en
humo.
Lancé un silbido.
—¡Buen tiro! Nebogipfel, ¿lo viste?
Pero el Morlock había entrado más en el
agua, y me agarró la cabeza con la mano.
—Abajo —dijo—. Métete en el agua.
Mi última imagen de la batalla fue el trazo de
humo que marcaba el camino del
Messerschmitt caído y, antes, una estrella
brillante, casi demasiado brillante para
mirarla, que era la bomba.
Hundí la cabeza en el mar.
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LA BOMBA
En un instante, desapareció la luz amable del
sol del Paleoceno. Un resplandor púrpura
inundó el aire por encima del agua. Un
sonido inmenso rompió sobre nuestras
cabezas: había comenzado como el sonido de
una gran explosión, pero acompañado por
un rugido y por los ruidos de choques y
roturas. Todo quedaba aplacado por las
pulgadas de agua que tenía encima, pero aun
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